Cuatro barras rojas sobre fondo dorado, que hacen referencia a la pertenencia de la ciudad a la Corona de Aragón, concretamente al rey titular de la misma, y no a ningún otro noble o señor.. Este edificio, construido por la ciudad, era un auténtico templo al comercio.
“Entre finales del XV y principios del XVI las monarquías, en toda Europa, fortalecieron su poder a costa del de los nobles, pero también del de las ciudades. En estas se concentraba la pequeña burguesía de artesanos y comerciantes; esa incipiente “clase media” que tanto apoyo mutuo había practicado con los monarcas mediante el desarrollo de la cultura del pacto. Algunas ciudades perdieron su condición de república, el resto redujeron, hasta cotas mínimas, su autonomía y capacidad de auto-gobierno. Muchas de ellas lucharon con uñas y dientes en contra de esto. Valencia fue una de ellas. Durante el siglo XV la rica, populosa y moderna ciudad de Valencia inició una deriva de nefastas consecuencias. Los reyes de la corona de Aragón fueron tomando poco a poco el control de las instituciones judiciales y políticas de la ciudad.
La administración de justicia ejercía su función privilegiando a la nobleza, que por otro lado se había enriquecido acaparando cargos públicos que debían ser temporales, y que pasaron a ser comprados, e incluso se convirtieron en hereditarios. La ineficacia y la corrupción judicial y política fue en aumento, al mismo tiempo que también lo hacía el descontento de artesanos, comerciantes, obreros… que veían aumentar sus impuestos, de manera proporcional a los privilegios de los sectores con mayores rentas de la sociedad. El sector pequeño burgués y popular sufría la inoperancia de unos gobernantes locales incapaces de defenderles, y solamente preocupados por gobernar para ellos mismos, para los sectores más acaudalados de la sociedad, y para que el rey tuviera suficiente dinero para hacer unas guerras, y comprar unos apoyos internacionales, que en nada beneficiaban a la economía de la ciudad, ni a la inmensa mayoría de su población. En 1519 se inició en Valencia un movimiento social, que acabó en una guerra civil que duró tres años, y que se extendió a todo el Reino: les Germanies.
El movimiento tuvo su origen en la necesidad de autodefensa ciudadana, mediante la posesión de armas por parte de la población civil, frente a los ataques berberiscos provenientes del norte de África.
Barcos comerciales, y pueblos y ciudades de la costa, sufrían el saqueo de piratas musulmanes, generando una inseguridad que incrementó la precaria situación de una población cada vez más empobrecida y desatendida por una autoridad local corrupta e incapaz. Esto último fue el siguiente objetivo del pueblo armado: cambiar a los que mandaban en la ciudad y poner a otros que gobernasen para el pueblo y respondiesen a sus demandas. El movimiento pactó primeramente con Carlos I, e intentó colocar en el gobierno y el control de las finanzas locales a personas de prestigio y capacidad, que fueran representantes de los intereses de los sectores sociales que constituían el verdadero motor económico de la ciudad (artesanos, comerciantes, mercaderes…). Lamentablemente los nobles acaudalados, que habían acaparado durante décadas el poder que ahora le disputaban las clases medias, fueron más convincentes, y consiguieron torcer la voluntad del emperador hacia sus intereses, iniciándose una guerra que acabó con el triunfo militar de los ejércitos que estaban bajo las órdenes de los grandes nobles del reino.
A pesar del valor con el que el pueblo de Valencia se enfrentó a la injusticia, la corrupción y la ineficacia de sus gobernantes, el resultado de tal enfrentamiento se saldó con la represión brutal, y la aniquilación de los líderes populares del movimiento. Muchos de ellos eran artesanos y mercaderes cultos, trabajadores y honrados”.
La administración de justicia ejercía su función privilegiando a la nobleza, que por otro lado se había enriquecido acaparando cargos públicos que debían ser temporales, y que pasaron a ser comprados, e incluso se convirtieron en hereditarios. La ineficacia y la corrupción judicial y política fue en aumento, al mismo tiempo que también lo hacía el descontento de artesanos, comerciantes, obreros… que veían aumentar sus impuestos, de manera proporcional a los privilegios de los sectores con mayores rentas de la sociedad. El sector pequeño burgués y popular sufría la inoperancia de unos gobernantes locales incapaces de defenderles, y solamente preocupados por gobernar para ellos mismos, para los sectores más acaudalados de la sociedad, y para que el rey tuviera suficiente dinero para hacer unas guerras, y comprar unos apoyos internacionales, que en nada beneficiaban a la economía de la ciudad, ni a la inmensa mayoría de su población. En 1519 se inició en Valencia un movimiento social, que acabó en una guerra civil que duró tres años, y que se extendió a todo el Reino: les Germanies.
El movimiento tuvo su origen en la necesidad de autodefensa ciudadana, mediante la posesión de armas por parte de la población civil, frente a los ataques berberiscos provenientes del norte de África.
Barcos comerciales, y pueblos y ciudades de la costa, sufrían el saqueo de piratas musulmanes, generando una inseguridad que incrementó la precaria situación de una población cada vez más empobrecida y desatendida por una autoridad local corrupta e incapaz. Esto último fue el siguiente objetivo del pueblo armado: cambiar a los que mandaban en la ciudad y poner a otros que gobernasen para el pueblo y respondiesen a sus demandas. El movimiento pactó primeramente con Carlos I, e intentó colocar en el gobierno y el control de las finanzas locales a personas de prestigio y capacidad, que fueran representantes de los intereses de los sectores sociales que constituían el verdadero motor económico de la ciudad (artesanos, comerciantes, mercaderes…). Lamentablemente los nobles acaudalados, que habían acaparado durante décadas el poder que ahora le disputaban las clases medias, fueron más convincentes, y consiguieron torcer la voluntad del emperador hacia sus intereses, iniciándose una guerra que acabó con el triunfo militar de los ejércitos que estaban bajo las órdenes de los grandes nobles del reino.
A pesar del valor con el que el pueblo de Valencia se enfrentó a la injusticia, la corrupción y la ineficacia de sus gobernantes, el resultado de tal enfrentamiento se saldó con la represión brutal, y la aniquilación de los líderes populares del movimiento. Muchos de ellos eran artesanos y mercaderes cultos, trabajadores y honrados”.
El libro “Eiximenis, que de la comunidad sean expulsados…
En valencia, han habido familias que han perpetuado su riqueza desde la Edad media y durante siglos. Llegando a niveles de abundancia y ostentación verdaderamente altos.
Uno de los ejemplos de esto es el palacio, hoy abierto al público, del Marqués de dos aguas. Está a 10 minutos de donde os encontráis ahora. Este será vuestro último destino.
Uno de los ejemplos de esto es el palacio, hoy abierto al público, del Marqués de dos aguas. Está a 10 minutos de donde os encontráis ahora. Este será vuestro último destino.
¿Cuantas puertas has de atravesar para acceder desde la calle al primer patio del palacio del marqués de dos aguas?
RESPUESTA ERRÓNEA, VUÉLVELO A INTENTAR
RESPUESTA ERRÓNEA, VUÉLVELO A INTENTAR
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